En el pasado, el abanico de mano fue usado no solo para ventilarce, sino también para transmitir mensajes indescifrables de amor.
Hoy estas formas de comunicación pasarón de moda; pero en su época fuerón de gran uso para las parejas que les gustaba coquetear y cortejar discretamente. Solo para tenerlas presentes como forma de entretenimiento, Grupo Chick recopilo en línea, algunas de las formas más usuales que las mujeres con su abanico transmitieron a sus pretendientes.
Cuando la dama se asomaba por la ventana de su balcón, y lentamente se abanicaba a sí misma, y cerraba la ventana significaba que: “Hoy no puedo salir”
Si la dama se asomaba brevemente al balcón, y se abanicaba agitadamente dejando la ventana abierta, significaba que: “No tardo en salir”
Colocar el abanico sobre los labios significaba: “No confió en ti”
Si la dama se abanica con su mano izquierda: “No coquetees con esa mujer”
Recorrer sus dedos sobre el costado del abanico: “Quiero hablar contigo”
Abanicarse lentamente desviando su mirada: “No pierdas tu tiempo, no estoy interesada en ti”
Abanicarse rapidamente y mirándote fijamente: “Te amo demasiado”
Pasar el abanico de una mano a otra: “Note que estas mirando a otra mujer”
Golpear la palma de la mano con el abanico cerrado: “ámame”
Colgar de la mano izquierda el abanico cerrado: “Estoy comprometida”
Colgar de la mano derecha el abanico cerrado: “Deseo comprometerme”
Cerrar el abanico rápido e impetuosamente: “Soy muy celosa”
Dejar caer el abanico: “Te pertenezco solo a ti”
Descansar el abanico a la altura del corazón: “Mi amor por ti esta rompiéndome el corazón”
Abanico a medio abrir sobre su rostro: “Estamos siendo observados”
Golpear cualquier objeto con el abanico: “Estoy impaciente”
Ocultarse con el abanico cuando es observada: “Eres feíto”
Mirar de cerca el abanico y al pretendiente: “Me encantas”
Claro está que los pretendientes de esa época tenían que estar al día con estos mensajes si querían conquistar a su damisela.